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lunes, 21 de noviembre de 2011

La Dicotomía

              

La palabra dicotomía proviene de la palabra griega “dichótomos” que significa “dividido en mitades”. De este significado se puede deducir que la dicotomía se refiere a tener una conducta polarizada, o contemplar una idea de con dos puntos de vista opuestos. En el personaje de Emma, encontramos la dicotomía en la descripción de una vida que transcurre entre dos polos: uno, sus sueños románticos que exigen un príncipe azul y una vida llena de emociones y de relaciones ideales con los miembros de su sociedad (propio de la nobleza, o tal como ella lo imagina). Y por el otro lado, su vida rutinaria y aburrida que caracteriza la vida de los pequeños burgueses de una provincia, la cual le resulta imposible de soportar (por lo cual ella trataba de escaparse mediante sus aventuras extramaritales).

En la actualidad, vivimos en una sociedad de consumo llena de estímulos que hacen que la mayoría de las personas entren en un espiral ascendente para aumentar el consumo y al no conseguirlo, caen en un frustración/depresión, tratando de superar esto de una reacción subjetiva donde consiguen alcanzar sus sueños. Más grave aún es que el concepto de la felicidad que realmente debería basarse en estar satisfecho con lo que se tiene o lo que se hace, cayendo muchos en una dicotomía (infelices) que se prolonga durante toda su existencia. Así se podría describir algunas de las presiones dicotómicas a las que están sometidas las personas de nuestra sociedad.

Se pueden encontrar ejemplos de seres dicotómicos en el espectáculo, el arte o la política; como es el caso de un presidente de un país latinoamericano cuya conducta denota una tendencia mesiánica, haciéndose llamar el líder de un proceso, y en lugar de gobernar y manejar las realidades objetivas. Se maneja a través de un personaje netamente dicotómico que no soporta términos medios en su relación con las personas y con el pueblo. A él solo se le puede querer – amar, lo cual en sus términos es obedecer. Sin embargo, no soporta la discrepancia porque la convierte en una imagen de odio, impidiéndole toda capacidad de dialogo o discusión, lo cual es una condición necesaria e imprescindible para poder gobernar. Estos personajes están siempre rodeados de adictos serviles que a su vez son incapaces de expresar una opinión propia, sino lo que el líder indica. Estas personas-personajes tienen fuertes propensiones a la depresión, lo cual los conlleva a imaginar situaciones de magnicidio, para el caso de los presidentes, o de atentados en contra de su vida para otros (como podemos ver que luego le ocurre a Emma). Lo que por muchos podría ser tomada como una acción táctica o manipulativa para su entorno, es en realidad una situación que está estructurada en su conducta dicotómica. Podríamos recordar entre otros el ejemplo de Herodes, quien mandó a matar a todos los primogénitos, pues había oído un vaticinio que uno de ellos lo eliminaría a él.

En mi vida varias veces me he encontrado en circunstancias en la cuales he estado dividido entre dos opciones sin realmente saber lo que hacer o como decidirme. El caso más reciente, es una decisión que cada día se aproxima más; ¿Qué voy a hacer luego de que acabe la escuela secundaria? Estoy claro en la idea de ir a la universidad, pero que voy a estudiar, y donde, continúan siendo interrogantes. Por un lado me interesa la idea de estudiar en los Estados Unidos algo relacionado con la economía, pero a la vez, hay veces donde la idea no me atrae tanto. Por lo tanto todavía me encuentro dividido entre lo que voy a hacer y pronto tendré superar esa dicotomía y tomar una decisión que influenciara el resto de mi vida.

A diario se me presenta la paradoja sobre si debería hacer mi trabajo escolar, o si simplemente debería dejarlo todo y solamente hacer las cosas que realmente me agraden. Hace algunos años, cuando estaba en primaria, yo era capaz de hacer todo lo requerido escolarmente con el mínimo esfuerzo  y poder disfrutar de mi vida constantemente. Sin embargo, con el pasar del tiempo la cantidad y la dificultad de trabajo han aumentado, y ahora me veo obligado a poner un esfuerzo mayor para mantener los estándares que me he establecido a lo largo de mi carrera escolar. No obstante, siempre me pregunto si mi dedicación realmente vale la pena, o si debería preocuparme más en otros aspectos de mi vida, que claramente son más intrigantes y divertidos. Además, con la posible suposición de que el mundo se va a acabar en el 2012, esta idea de dejar de interesarme por los estudios me apela cada vez más, pero nunca sobrepasa mi determinación y desea de continuar aprendiendo. Por lo tanto, constantemente me encuentro en una dicotomía de la cual no puedo liberarme, y no sé si voy a poder hasta que encuentre aquella vocación que verdaderamente me atraiga y yo me sienta feliz haciéndola.

Finalmente, también debo mencionar que a veces me encuentro en una dicotomía sobre mis deseos en comparación a mi realidad. Cada ser humano tiene aspiraciones o deseos que a veces se extienden más allá de sus posibilidades, pero muchas veces son ambiciones accesibles que son difíciles de obtener. Esto es algo que puede afectar la moral y el carácter de alguna persona, ya que el deseo se puede sobreponer a los valores. En mi caso, la moral y los valores siempre son superiores a conseguir mis deseos, pero eso no quita el hecho de que  de vez en cuando tengo una dicotomía sobre qué hacer y cómo debería comportarme. Es interesante ver como cada persona actúa de acuerdo a la manera de que se ha formado, y en mi caso, yo me he desarrollado con la idea que algunos ideales son más importantes que otros y por ello siempre valoro más mis morales, que la posibilidad de conseguir alguna aspiración.

En definitiva, los seres humanos venimos al mundo con un potencial que cada uno debe evaluar y saber lo que quiere y lo que puede hacer. La respuesta seria, al fenómeno de la dicotomía no es el conformismo con la realidad objetiva y con la rutina. Todos tenemos derecho a tener sueños, aspiraciones que tienen que servirnos de incentivo para superarnos, sin desconectarnos de la realidad que nos rodea, y sin encerrarnos en sueños fantasiosos que lo único que hacen es alejarnos de nuestra posibilidad de ser mejores. Un ejemplo de estos días es el del joven Mikel Melamed que a pesar de sus gravísimas limitaciones físicas, logra con un gran esfuerzo y perseverancia alcanzar un sueño que parecería imposible para una persona con sus gravísimas limitaciones físicas; completar el maratón de Nueva York. Claramente el ser humano se halla lleno de dicotomías y dualidades, y todo se define de la manera de la cual enfrentamos estas situaciones, y como hacemos para superar aquellos obstáculos mentales. Yo todavía me encuentro en muchas situaciones donde estoy dividido y me cuesta encontrar la manera para decidirme que debería hacer. Sin embargo, con el pasar del tiempo voy madurando y acumulando experiencia de vida, lo cual me va facilitando el racionamiento de mis decisiones. Aun me falta mucho por vivir y aprender, pero estoy seguro de estar en camino para encontrar un balance en la vida y saber cómo decidirme de la manera más sensata y correcta en cualquier situación que se presente.  


2 comentarios:

  1. Me gusta tu introducción en la cual tomas en cuenta la etimología de la palabra y tu reflexión sobre el concepto. Ahora idealmente quiero ver esto aplicado de una forma más personal y en algo concreto a tu vida. Intenta hacer un poco de introspección para hallar un aspecto de tu vida en el cual veas esto reflejado y a partir de ahi desarrolla el post.

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  2. Ves! me encanta ahora si logras darme una perspectiva más personal y siento que logras conectar con el tema de una manera distinta. Buen trabajo.

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